Resulta que Pat Gillick, quien trabajara de cerca con el actual gerente general de Astros (Ed Wade), ha sido nombrado “Rey del Beisbol” durante los Winter Meetings de Las Vegas, recientemente llevados a cabo. Este hombre con una impresionante hoja de servicios que abarca el campeonato nacional de beisbol 1958 con la USC y cinco años como pelotero de las menores. Justo después de la experiencia en Triple A, Gillick tomaría su primera responsabilidad de oficina, ¿con quien cree Ud.? con Los Astros de Houston. Un papel que se sigue mencionando en la actualidad para los de la estrella estilizada, es el de dirigir las granjas, pues precisamente para asistir al Director de dicho sistema llegó Gillick en ese lejano 1963. Con labor en los Yanquis y los Marineros de Seattle, este respetable señor será recordado por aquellos gloriosos Azulejos de Toronto campeones en 1992-1993 y por los actuales Filis de Filadelfia.
Así que, para una carrera meteórica, Mr. Pat Gillick tuvo que comenzar siendo un Astro.
Impresionante la actividad del equipo de Houston este invierno, por cierto, pero vámonos al tema reciente en el Excélsior, de México:
****
20 años, no son nada.
Los récords vigentes en Grandes Ligas, si los divide entre 20 años, se asombraría de la manera en que queda esa cifra. Cosas impresionantes, otras anacrónicas, mismas que tendrían ya que ser juzgadas de acuerdo al beisbol actual, sorry por los que siguen pensando que lo de antes era mejor. Por ejemplo, la cifra de Barry Bonds en vuelacercas es equivalente a batear 38 de los mismos cada año: algo que ni siquiera algunos peloteros promedio, sobrepagados, podrían hacer en su más onírico sueño. Ni qué decir con el mismo pelotero en bases por bolas, 128 cada rol regular. Viene la carnita con los juegos ganados por un pitcher, donde Cy Young muestra 511 de esos, algo así como 25 y fracción ganados cada uno de esos 20 años. Insuperable, si se pasa por alto que ganó 72 antes de que la lomita volviera a su tamaño; 267 con el home cuadrado; por supuesto que todos los 511 antes de que se prohibiera la bola ensalivada, mira tú. Los 5,714 ponches de Nolan Ryan (286 cada año), los 1406 robos (71 anual) y 2,295 carreras anotadas (115 por calendario) de Rickey Henderson, son máximas cifras que seguro muchos recordamos.
Viene lo muy preocupante con los triples. Sam Crawford, con 312 (16 al año), tiene algo que se ve inderrumbable, pues el líder en los últimos 25 años es Brett Butler, con 125 tripletes, una cifra que se proyecta a un liderato desde 1940 con los 177 del ídolo cardenal Stan Musial. Platicando con un distinguido directivo editorial (saludos, Pascal), tocábamos el punto de la complicadísima tarea del beisbol para recuperar vigor. Es precisamente el espectacular/demandante triple algo que podría ayudar, ante la persecución de los esteroides que ha traído más descrédito desde las huelgas. En TVC deportes hemos narrado rugby, natación, ski alpino y todos los deportes se han formateado para adaptarse a los medios, mientras el beis se sigue peleando contra el tiempo de juego.
A partir de lo que se ha comentado del banal “Winter Meetings” de este 2008 en Las Vegas, se palpa la lejanía del baseball como “National Pastime” ante la crisis de Estados Unidos. Exorbitantes salarios son insultantes para la realidad de un país donde en un mes miles pierden su trabajo. Mientras Scott Boras pavonea entre la incertidumbre, incluso con chat a través del USA Today.
Ejemplifican el derroche para variar los Yanquis. El equipo con mejor marca de ganados y perdidos desde sus sucursales en este 2008, despilfarra con CC Sabathia para saciar expectativas irreales de aficionados, tapando la posibilidad de que crezca ese extraordinario talento que les abunda.
Otro referente de presentes broncas es la venta de los Cachorros de Chicago, con todo y mítico Estadio Wrigley. Es grave, pues involucra erradicar a un posible comprador manchado por la sospecha y además los actos de un Gobernador arrestado. En todos lados se cuecen habas.
El caso Dayán Viciedo nos da la idea de que Cuba podría aportar muchísimo talento si se acaba el tristemente famoso embargo económico sobre la isla, con la llegada de Barack Obama al poder. Lo que son las cosas, Obama es fan de los Medias Blancas, equipo de Viciedo.
Por aquello del catarro y la pulmonía, la Liga Mexicana se encuentra en el tobogán. A partir de verdaderamente nocivos “liderazgos”, se aprueban regresos de plazas a las cuales ni se les exigen garantías de un lapso mínimo de, digamos, 5 años. Allende el Bravo, peloteros caros sobreprotegidos, por acá, ni se les ocurra mencionar “sindicato” porque habrá vetados. Así que habrá más estadios remodelados que se quedan sin fiesta: Aguascalientes, San Luis, ahora Tijuana.
Leave a Reply